jueves, 24 de mayo de 2012

De titanes va la cosa.


Ya lo dijo Mourinho:"Essien es un jugador especial. Un atleta que puede correr durante horas. Podría jugar durante todo el día. Es un atleta espectacular". O su seleccionador de Ghana: "Michael no es normal es un super hombre". Tan solo con ver un partido en el que juegue Essien, te das cuenta que son las mayores verdades que se hayan dicho desde los albores de la humanidad. Hablar de su posición en el campo es muy relativo. Igual nos lo encontramos defendiendo en su área, como nos lo encontramos finalizando una jugada en campo contrario. Es un todoterreno con una habilidad habismal.

Es una lástima que sus lesiones hayan mermado su carrera, aunque cuando se recupera de ellas, es un auténtico espectáculo volver a verle jugar. Su físico es fabuloso, lo que le permite estar en cualquier sitio del campo y regresar a su posición en apenas segundos. Es incombustible. Con el balón en los pies es comparable a Makélélé, y sin él a Vieira. Su despliegue táctico como físico es tremendo. Capaz de ser el eje del buen juego, por el cual todo gira en torno a él en un equipo de la talla del Chelsea, y a la vez ser uno de los jefes de la defensa junto a Terry. Es el engranaje perfecto para cualquier equipo. El equilibrio ideal entre la defensa y el ataque. 

Aquí no diré nada. La cara de Cris lo dice todo.

Cabe destacar de Essien su potentísimo disparo a media y larga distancia. Un auténtico obús. Su gol al Barça en el partido del "iniestazo" pasará a la historia como uno de los mejores de la Champions. Y ése es sólo un ejemplo de muchos. Su pierna derecha se convierte en un un misil tierra-aire  que traspasa cualquier barrera. Da igual como le venga el balón, si por el aire o por el suelo, el chut será impecable, con efectos imposibles que atentan contra las normas de la gravedad (he ahí el gol contra el Arsenal).



Gol de Essien. Chelsea-Barça.2009.


Su maquinaria es perfecta. Sutil con el balón, brusco sin él. Se maneja a la perfección en cualquier en cualquier sistema de juego. Su polivalencia lo hace un jugador de garantías. Pero hay que decir que su mejor su papel lo desempeña en el centro del campo. Donde se le saca  mayor rendimiento a su potencia física y a su maravillosa clase con el balón. Su confianza en él mismo lo convierte en una bestia capaz de lograr cualquier cosa. Su tren superior es bárbaro. Se dice que tiene músculo hasta en el pelo. Capaz de tumbar una pared de hormigón de un placaje. Y del tren inferior ya mejor ni hablamos. Un titán. De ahí que le apoden "Bisonte" o "Búfalo". 

Personalmente, si me preguntarán a cuál jugador me gustaría parecerme, sin duda, contestaría que a Michael Essien.  Un jugador que reúne todas las cualidades para ser un grande: Entrega, fuerza, garra, calidad, resistencia, confianza y técnica. Un ser humano superior al resto. Dotado de una genética que lo hace imparable. Un bisonte africano. Un búfalo indomable. No existen límites para él. Michael decidirá cuando parar. Pero, hasta que pase eso, pasarán eones. Por lo que aun nos queda mucho que disfrutar con uno de los hijos de Zeus, Michael Essien.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Dios en tierra de mortales.

Aun me acuerdo cuando Lass llegó al Real Madrid. No he visto un jugador que derrochase tanta energía como él  y diera la sensación de que pudiera aguantar 3 partidos más. Su forma física, perfecta. Su hambre, insaciable. Sabe conservar la templanza en cualquier fase de un partido. Tiene todas las cualidades necesarias que lo convierten en uno de los mejores medios de contención del planeta. Lamentablemente, hoy en día no podemos gozar de sus robos de balón y sus recuperaciones imposibles, debido a que no es titular en el equipo dirigido por Mourinho.

La historia le debe una a este jugador. Es de los pocos hombres, hoy en día, que se ganan el sueldo en el mundo del fútbol. No hay ningún solo partido que Lass deje de luchar un balón. Es capaz de estar defendiendo y robando un balón en su propia área y a los 5 segundos subir a rematar la jugada en el área contraria. Es omnipotente. Donde el equipo lo necesite, él estará. Si el lateral pierde el sitio haciendo una subida por banda, él le hará la cobertura. Si el central sube a rematar un saque de esquina, el se quedará atrás. Si un jugador rival es peligroso, su marcaje al hombre lo desactivará, estoy seguro. Es un perro de presa con un solo fin: destruir.

En su estancia en la Premier, adquirió el fondo físico necesario para afrontar ese tipo de partidos, donde el alto ritmo no te permite relajarte. Eso, sumado a la forma física que posee de manera innata, lo convierten en un portento capaz de estar robando, dando, rematando, subiendo, bajando, segando durante los 90 minutos que dura el partido sin parar. El descanso no esta en su vocabulario. Para él, "Dolores", es un nombre de mujer. No importa que sea más bajo de lo normal, porque eso lo hace más veloz. Además la baja estatura no le impide luchar en el cuerpo a cuerpo con cualquier jugador que se le presente.


Fusión de Kenenisa Bekele, Bolt y Krilin (Dragon Ball)

No tuvo mucho éxito en la Premier, fue el fichaje por el Madrid lo que hizo que cualquier niño conociese su nombre y, posteriormente, su trabajo, su rendimiento y su incontestable implicación hicieron que su nombre   hiciera eco en todos los rincones del mundo. Lamentablemente, hoy en día, no es titular en el Real Madrid. No podemos deleitarnos con sus cabalgadas. Recuerdo cuando llegó al equipo vikingo. Fue llegar y convertirse en titular indiscutible para Manuel Pellegrini. Fue uno de los pilares para que el Madrid casi alcanzase a ese gran Barça de Guardiola en una temporada memorable. 

Llegará el día que Lassana salga del Madrid y nos vuelva a enriquecer con su juego rápido y brusco. Un guerrero. Eso es lo que es. Un espartano dispuesto a todo para ayudar al equipo. Un auténtico boina verde capaz de enfrentarse  al mismísimo Odín y mear en su Hlidskjalf y comerse a Sleipnir. Lass volverá, y lo hará corriendo lo que no ha podido estos dos años, como en los albores de su carrera. Será apocalíptico.

Despliegue táctico y físico.

Dado mi amor por la posición futbolística de pivote defensivo, hoy quiero hacer especial hincapié a uno de los más grandes centrocampistas, me atrevo a decir, de la historia. Su coraje es ejemplar, su entrega superlativa. Hablo de un jugador total. Ya se le coloque de defensa central o de medio defensivo, su rendimiento exige la admiración de todo el mundo. Habla en el campo, por lo que no da titulares polémicos. Da titulares, pero por su casta convierte en un líder nato. Un espejo con el que tiene que mirarse cualquier joven jugador (y algún que otro veterano). 

Destaca en la cancha por su combinación calidad-fuerza. No le preocupa tener que mancharse la camisa para conseguir un balón, es más, se dejará la pierna si hace falta. Hará entradas duras, pero siempre nobles. Nunca con la intención de dañar al rival producto de un rifirrafe en el área.Y una vez conseguido el esférico, una vez lo tiene en sus pies, la elegancia se personifica con sus pases medidos y su obsesión por sacar el balón jugado. Eso es lo que lo engrandece, se viste de quitanieves cuando hay que recuperar el balón, pero lo cambia por el esmoquin cuando lo posee. Su criterio hace mella en sus compañeros, contagiándoles la garra y obsesión por el buen juego.

Él dice que no se siente identificado con su mote. Pero donde ha ido, todo ha girado en torno a su figura. Véase en River Plate, Corinthians o Liverpool. Me dejo dos equipos en los que ha estado. Uno de ellos es el West Ham, donde tuvo una participación escasa (así les fue, ya que perdieron la FA Cup y en la liga quedaron decimoquintos). Y el otro es en el que juega actualmente, el Fútbol Club Barcelona. En éste, el buen juego no depende tanto de él,  porque el juego del Barça no se centra en nadie y se centra en todos. Un fútbol en el que todos participan con o sin el balón. Este tipo de juego, tal vez, no resalte tanto las cualidades de este gran futbolista. Pero sólo con ver que se ha ganado la titularidad y ha sentado en el banquillo a jugadores de la talla de Busquets o Piqué, asombra hasta al mismísimo, si existiese, Dios del fútbol.

No hace falta que escriba más sobre él, ya que todo lo que pueda escribir es insuficiente para la talla que da en el campo. Simplemente nos queda disfrutar al verle jugar. Nos demuestra que no sólo podemos disfrutar con regates que ponen en duda las reglas de la física o con goles imposibles. Nos enseña que con amor a una camiseta, jugando con el corazón y la cabeza (se que ha quedado muy cursi, pero espero que me entiendan) puedes ganar y hacer disfrutar a muchísima gente. Gracias, Jefecito. Gracias, Javier Alejandro Mascherano.



martes, 22 de mayo de 2012

Gladiadores del fútbol.

Gennaro Gatusso. Fue ese hombre de 1'78, capaz de todo por conseguir el balón, el que me hizo amar esa posición táctica tan infravalorada y de tanta importancia en el fútbol. Pivote, volante defensivo, medio defensivo, centrocampista  de contención. Existen miles de maneras de nombrar tal demarcación, pero tan solo tiene un objetivo: robar para que otros creen.

Su tarea pasa desapercibida para el aficionado porque no destacan por meter goles o hacer filigranas. A los jugadores que ocupan tal posición se les suele calificar como violentos, duros, agresivos o incluso guarros. Más allá de estos tópicos, son gente que destaca por su forma física. Es decir, una resistencia envidiable y una envergadura notable. Pero, sobretodo, por su valentía y entrega. Estas últimas dos aptitudes las debe tener cualquier jugador, pero en ellos son de gran importancia, ya que deben estar en contacto físico continuamente con el rival. Son incombustibles jabatos que superan las barreras físicas humanas con tal de conseguir el esférico. Con esto quiero decir que son capaces de recorrer 15 kilómetros en un solo partido y que son capaces de birlarle el balón a un tío que le dobla en masa muscular.


Entrenador del Totthenam antes de morir.


Por norma general, un atacante en general debe tener técnica. Pero esa cualidad es innata. Entrenando mucho no conseguirás mejorar mucho el dominio del balón en los pies. No tienen que arriesgar su integridad física para cumplir su función. Sacan provecho de una cualidad que el azar les ha otorgado. No tienen el mérito que tiene un pivote defensivo, el cual tiene que entrenar duramente para pasarse corriendo y jugándose el tipo durante noventa minutos. Tienen coraje, no se amilanan por nada y por nadie. Eso es lo que me parece admirable. Simplemente con ver a Lass Diarra, jugador del Real Madrid, me quito el sombrero. Da igual que el balón se encuentre a 50 metros de él, en 4 segundos está ahí, luchándolo y dejándose la piel hasta conseguirlo. Es increíble el despliegue físico que son capaces de hacer estos jugadores. Llegados al minuto 93 son capaces de hacer un sprint de área a área porque son los únicos capaces de aguantar la velocidad del partido.

Hemos dicho que los pivotes no destacan por su técnica porque no es una condición necesaria para desempeñar su tarea, pero no quiere decir que algunos no la posean. He ahí el caso de Sergio Busquets, Michael Essien, Deco, Javier Mascherano, Javi Martínez o el gran Juan Sebastián Verón, más conocido como la "Brujita" Verón. Y aun me dejo muchísimos. Pero lo que es impresionante de estos jugadores es que a pesar de que muchos de ellos no tienen mucha habilidad con el balón en los pies, son capaces de llegar a selecciones nacionales o a equipos de fama mundial y convertirse en pilares fundamentales para dichos equipos. 


Causa del terremoto de Chile.

Un partido dura 90 minutos, de los cuales un jugador tiene el balón sólo 3 minutos. Con esto quiero decir que esos 87 minutos sin balón son los deciden los partidos. Por eso es tan sumamente importante la condición física en el fútbol. Un pivote defensivo tiene que ser consciente de que, posiblemente, no tocará un balón en todo el partido y aun así sentirse importante porque su trabajo es fundamental. El equipo le necesita para que conseguir pelota y dársela al jugador encargado de distribuir el juego. Son escobas nada más y nada menos. El rival tiene que sentirse intimidado sólo por saber que hay un pivote defensivo guerrero en el equipo rival. Tiene que sentir miedo al pasar por su lado.

Todo lo hablado tiene mil ramificaciones de las cuales hablaré más adelante en otra entrada. Pero lo que debe quedar claro es que Messi no se regatearía a medio equipo rival si Busquets no hubiera robado el balón antes. Negredo no  marcaría un gol si Medel no se hubiera dejado la pierna para arrebatarle la bola al delantero rival. No veríamos los pases magistrales de Silva si Toure Yaya no se hubiera partido la crisma por luchar un balón aéreo. El fútbol sería imposible sin estos gladiadores. Ellos hacen que el fútbol sea noble.


Esto no tiene nada que ver, pero es la misma sensación que cuando tienes un pivote defensivo delante.